¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo? {George Shelley

¡Saca tu culo de la cama ahora mismo George! - escucho como una voz a lo lejos le gritaba e instintivamente se acobijo aun mas entre las sabanas hundiendo su rostro debajo de la almohada. Definitivamente no quería despertarse, no le apetecía para nada el apartarse de los brazos de Morfeo por eso mimo antes de dormir había colocado unas cortinas negras en las ventanas evitando que por la mañana los rayos intrusos del solo le despertasen. Solo se le olvido un pequeño e insignificante detalle cerrar la puerta con seguro. Ahora gracias a ese descuido tenia a Jaymi tratando de apartarlo de las cobijas - Te lo advierto que si no te levantas ahora mismo tendré que sacarte por las malas - la reacción del joven de rulos fue hacerse ovillo ignorando lo que el mayor tenia para decirle. Lamentablemente para el menor su compañero abrió las cortinas dejando entrar la luz para después arrancarle las sabanas literalmente y dejarlo expuesto - Maldición Jaymi ¿Por qué no puedo dormir más tiempo? - gruño el chico al abrir los ojos que fueron cegados por la luz de inmediato - Porque has estado medio día dormido como marmota ahora sal de la cama y baja a comer algo - eso fue lo último que escucho antes de que el otro saliera dejándolo frotándose los ojos.

Más tarde bajo a “desayunar” encontrándose con los otros chicos maldiciendo cada una de sus bromas, aun estaba de mal humor, odiaba como nada en el mundo que lo despertaran mientras el solo quería dormir más tiempo. La noche anterior se la habían pasado tomando en la azotea mientras hablaban esperanzados por el futuro que los esperaban, no durmieron hasta las cuatro y por eso mismo George solo deseaba echarse de nuevo en su cama o en el sofá no era muy exigente.

Pasaron las horas y se entero de que habían sido invitados a una fiesta a la que irían muchos personajes del mundo de la música eso logro que su mal humor se disipara dejándolo solo con una sonrisa de satisfacción en el rostro, quizá conocería a alguien interesante durante la velada. Subió a su habitación, se despojo de la ropa que llevaba puesta corriendo hacia la ducha. Después de darse un buen baño y cepillarse los dientes al mismo tiempo - si tenía ese extraño hábito de meterse a bañar y lavarse los dientes ahí mismo - salió y se dirigió a su closet, debía elegir algo que ponerse, no demasiado pero tampoco vago. Al final se decidió por unos jeans negros, una camiseta de mezclilla manga larga, chaqueta de cuero negro y deportivas blancas.

Se “arreglo” el cabello y salió al pasillo donde lo esperaban los chicos. Se fueron todos en el mismo auto, Josh manejaba y los demás se dedicaban a decir y hacer tonterías. Cuando llegaron al lugar donde se llevaría acabo la fiesta se sorprendieron al ver tanta gente en un mismo lugar. La música retumbaba en su oídos y las luces lo cegaban por ratos aun le molestaba pero no le dio la mayor importancia. Se dedico a charlar con desconocidos que al parecer ellos si lo conocían, ya se estaba tornando todo de un gris aburrido para su gusto y justo cuando iba a decirle a los chicos que regresaría en un taxi o algo así sintió que alguien lo tomaba por el hombro.

Cuando se giro se llevo la sorpresa de ver a Nathan a quien conoció tiempo atrás en unos eventos demasiado feliz aparentemente, apenas si logro escuchar lo que le decía por la música, le sonrió - Hola Nathan - tomo el vaso que le ofrecía y bebió sin pensarlo dos veces, el alcohol raspo su garganta pero no era desagradable, se lamio los labios cuando termino de beber pero no le devolvió el vaso - Creo que ya has tenido mucho por hoy ¿No es así?.

Esas conversaciones aburridas y sin mucho sentido había agotado con la paciencia del joven, es decir él había esperado otra cosa, tomar y bailar sin control, quizá ligar con alguien pero no, lo habían retenido en cuanto puso un pie dentro. Por supuesto George debía de poner buena cara, una sonrisa un par de bromas y todo estaría bien pero le resultaba mas difícil de lo normal pues no escuchaba nada debido a la música tronando en sus oídos por eso mismo estaba buscando una excusa para zafarse de las personas que lo rodeaban. Agradeció a Dios, Buda, Ra quien sea el que lo escuchara que hubiese enviado a Nathan no solo porque le daba la excusa perfecta para irse sino porque el chico le agradaba, era listo, divertido y además atractivo por lo menos cuando estaba en sus cinco sentidos. No era como si pensara que era un alcohólico o algo parecido solo que era más que obvio que se le habían pasado las copas. No le importaba realmente.

Nathan alegaba que estaba bien a pesar de tener la mirada en el suelo obviamente avergonzado y eso le dio la oportunidad al chico de Union J de mirarlo mejor. Realmente se veía muy bien con lo que llevaba puesto, aunque desde que lo conoció George pensó que ni siquiera llevando la ropas mas ridícula del mundo se vería mal o algo por el estilo, al contrario para el chico de The Wanted siempre se vería bien – Muy bien, te creo pero por si las dudas me quedo con tu copa ¿Vale? – contesto mientras se terminaba el contenido del vaso.

Antes de que pasara cualquier otra cosa sintió como era capturado por un par de brazos obviamente eran del otro chico y no dudo ni un solo segundo en corresponderlo estrechándolo contra el aprovechando esos momentos para percatarse del aroma de su colonia, era fuerte y penetrante pero al mismo tiempo lograba que no quisiera dejar de olerlo por mas tétrico que sonara – También te eche de menos – y era cierto, desde que se conocieron desarrollo un extraño sentimiento de nostalgia cada vez que no lo veía – No estaba solo – contesto señalando a las personas que los miraban con curiosidad y algunas con rechazo – Pero te confieso que estaba deseando marcharme pronto – susurro suave a su oído para que no lo escuchara nadie mas que él.

Mientras el otro chico se dedicaba a mirar alrededor buscando algo George aprovecho para disculparse con los que había estado hablando prometiendo que después los buscaría mas que nada por modales no porque de verdad lo quisiera hacer, eran aburridos y eso no le gustaba en cambio Nathan era impredecible - cosa que le encantaba - y mas en su estado. Sin dudar un segundo acepto su invitación y coloco su mano sobre su hombro tal como se lo pidió, seguramente para que no terminase perdido en el mar de gente. Mientras caminaban se pregunto “¿Cómo puede haber tanta gente en un solo lugar?” era realmente asfixiante.

Fue un completo alivio sentir el aire fresco chocando contra su rostro; no fue hasta ese momento que se percato del calor que hacia allá dentro y del frio que gobernaba afuera aunque no era mucha sorpresa en su país casi siempre hacia un frio que le congelaba los pies. En el siguiente instante ya tenia a Nathan acomodándole la camiseta – Lo mismo digo, estar rodeado de todas esas personas era agotador, gracias por rescatarme – agrego sin dejar de mirarle – La verdad es que no, solo quería lucir bien y ¿Tu te arreglaste por alguien especial? – termino preguntado con curiosidad.

Cielo sobre ellos estaba despejado y el joven pudo notar como las estrellas los miraban desde arriba ¿O desde abajo? Eso seguramente nunca lo sabría pero aun así le gustaba observar el cielo sobre todo cuando era tan fácil de apreciar como ahora cosa rara ya que en aquella ciudad al parecer siempre tenían luces encendidas por las noches y era difícil distinguir las estrellas en el firmamento, quizá era gracias a que por la zona la mayoría de las farolas y edificios mantenían las luces apagadas. No puedo evitar notar que la luna se mostraba resplandeciente cuando miro por encima del hombro de Nathan unos instantes antes de volver sus ojos a él sonriendo al escuchar la respuesta que le dio a su agradecimiento por haberlo salvado.

Al escuchar ese comentario dando hincapié a que él era una razón suficiente como para que Nathan quisiera lucir bien se mordió el labio inferior mirándolo de arriba abajo sin perder ningún detalle como antes había hecho ¿Acaso no se percataba de lo atractivo que le resultaba a George? Perecía que no y eso era algo triste - Me parece que te ves más que bien aunque eso no sería una novedad - aprovechando la poca distancia que los separaba se acerco solo un poco para poder dejar un beso en la sien del muchacho, lo hizo tan lento como pudo murmurando un gracias y cuando se separo relamió sus labios probando aunque fuese un poco el sabor salado - quizá por el sudor aunque eso no le desagradaba en lo más mínimo - de su piel.

Una estruendosa risa proviniendo de la puerta por la cual habían salido momentos antes, giro el cuello solo lo suficiente como para ver que un par de individuos salían cayéndose en cada paso que daban por la calle ¿Acaso el había sido el único que no bebió hasta no poder más? Bueno eso era más que nada porque la noche anterior lo había hecho y no le apetecía ganarse un dolor de cabeza intenso al despertar el día siguiente.

Volvió a mirar hacia la puerta recordando que sus compañeros aun seguían dentro Jaymi seguramente ya habría preguntado por el al no verlo donde lo había dejado y es que era como la madre de los otros tres chicos siempre diciéndoles lo que debían hacer, que arreglaran sus habitaciones - aunque eso no era un problema para el ya que siempre fue muy ordenado con sus cosas - no dejaran abiertas las botellas dentro del refrigerador etc. Lo más prudente hubiera sido que fuera a decirles que no pensaba volver dentro pero no deseaba apartarse ni un segundo de Nathan ahora que lo tenía para él solo.

Escucho aquella pregunta justo cuando puso de nuevo su atención en el cantante de The Wanted dejando a un lado lo que segundos antes le había preocupado - Bueno eso planeaba - contesto con sinceridad a pesar de que ahora deseaba lo contrario si eso significaba pasar más tiempo con el chico de Gloucester sintiendo un suave y tímido toque en su mano a lo que respondió entrelazando sus manos como si fuera lo más natural del mundo, nada extraño, algo que hicieran a menudo. Se sintió bien, cálido, suave, electrificante y de alguna extraña forma - ya que no se conocían desde hace mucho - correcto - Oh no hace falta, créelo irradias un aura de sensualidad que ni yo mismo podría igualar - ¿Qué había sido eso? ¿Realmente estaba coqueteando con él? Si, lo hacía y le gustaba de sobre manera.

La invitación que recibió para irse de allí con Nathan a su piso definitivamente no lo había visto venir, lo tomo por sorpresa logrando que abriese los ojos como platos durante unos segundos e instintivamente estrechase se mano aun mas - Eso me gustaría, además no podría dejar que siguieras bebiendo más y menos solo alguien podría aprovecharse de ti - comento como si el mismo no hubiese pensado en hacerlo. Ahora solo debía esperar a que lo guiara hasta su casa. Aquella noche estaba resultando mucho mejor de lo que esperaba.

Ese gesto, ese pequeño gesto que hizo con sus labios fue tentador para George, era como si lo invitase a probar sus labios aunque no lo estuviera haciendo. Le tomo una gran cantidad de fuerza de voluntad el no acercarse para probarlo, sentirlo y saborearlo. Después de unos instantes toda la atención de George se centro en Nathan al sentir como besaba su mejilla y un escalofrió recorrió su cuerpo de la cabeza hasta los pies en cuestión de segundos. Era increíble lo mucho que ese muchacho provocaba en el. Se sintió nuevamente como un niño pequeño cuando el otro revolvió su cabello, recordó cuando su madre lo hacía siempre que lo pillaba haciendo alguna travesura, realmente no sabía porque recordaba algo como eso en esos momentos pero era agradable hacerlo, después de todo hacia mucho que no veía a su familia - En serio - respondió automáticamente, no necesitaba pensar mucho en la respuesta - No hace falta - era verdad Nathan no necesitaba ningún truco para llamar su atención o seducirlo, lo había logrado desde el primer momento en el que lo vi.

Sintió aliento caliente en su oreja y cerró los ojos instintivamente mientras correspondía al cálido abrazo que le brindaba. Sorprendido por su confesión abrió los ojos en un segundo, no le molestaba o algo así al contrario le hacía muy feliz aquella confesión aunque no pudo evitar preguntarse si era algo que de verdad sentía o solo era producto del alcohol ¿Qué tal si realmente se estaba imaginando que era otra persona? Definitivamente si eso pasaba se sentiría herido, no más que herido seria como si algo dentro de el se rompiera y no se pudiera armar nuevamente - Tu también me gustas mucho Nathan - a pesar del miedo a que todo eso fuese una equivocación le confesó la verdad, de todas maneras no perdía nada al hacerlo.

Se separaron y Nathan tomo su mano de nuevo respondiendo al comentario que el chico de Union J hizo con anterioridad, respuesta a la cual sin poder evitarlo rio sin decir nada mas a eso. Comenzaron a caminar siendo guiados por el mayor, cruzaron varias calles metidos en una conversación amena, George escuchaba cada una de sus historias con suma atención, no quería perderse ni un solo detalle de lo que decía pues todo lo que salía de sus labios le importaba.

Finalmente llegaron a la casa donde vivían los chicos del grupo The Wanted aunque en primera estancia todo estaba oscuro de inmediato cambio pues el mayor encendió las luces que por la oscuridad a la que se había acostumbrado le hicieron entrecerrar los ojos hasta que se acostumbro a ellas. Una parte de el deseaba que la luz no hubiese llegado pues el disfrutaba mucho de la oscuridad si cosa rara pero para George era algo muy cómodo. Otra cosa mala era que al entrar a la pieza el frio desapareció e instintivamente se saco la chaqueta - ¿Dónde puedo dejar esto? - pregunto mientras miraba alrededor percatándose de la decoración.

Su atención volvió a él después de esa frase de la cual no pudo evitar reírse un poco, George sentía que era todo lo contrario porque el chico más guapo de la fiesta estaba frente a él - ¿Qué se siente venir contigo mismo? - bromeo acercándose a él para poder tomar su mano de nuevo, era inusual pero no quería perder el contacto por mucho tiempo. Lo acerco un poco a su cuerpo y a pesar de que esa no era su casa lo llevo hasta el sofá más próximo, tal vez se vería como mal educado por hacer eso pero francamente no le importo en lo absoluto - ¿Todos viven aquí o vives tu solo? - pregunto con curiosidad. En su caso así era todos vivían en la misma casa, claro cada quien tenía su habitación pero estaban bajo el mismo techo por lo menos mientras estaban en Ibiza, en Londres el chico vivía con Danielle. La curiosidad lo invadió al pensar como seria la habitación de Nathan, ¿Olería como él? ¿Se encontraría ordenada o no? ¿Qué tendría pegado en las paredes? ¿Sus cobijas guardarían su calor? ¿Estaría pintada de un color en especial? Se moría de ganas por averiguarlo pero no dijo nada, solo se quedo ahí mirándolo y esperando a que dijera o hiciera algo más.

- Es que yo creo que tu eras el más sexy en la fiesta - contesto encogiéndose de hombros con una pequeña sonrisa ladina. El tomarse de las manos ahora parecía una necesidad o más bien el estar en contacto; eso lo motivo a no perder tiempo y sujetarlo mientras lo llevaba al salón - Ya veo… - fue lo único que dijo mordiéndose la lengua para evitar decir “Pues espero que no lleguen pronto” sería extraño que de la nada dijese eso, de todas maneras en cualquier momento el seria el que tendría que irse. La estancia en el salón no fue muy larga, pudo haber jurado que solo pasaron cinco minutos desde que entraron pero si se ponía a pensar se daba cuenta de que su noción del tiempo al estar con el Joven Sykes no era optima, mas bien no tenia, los minutos volaban cuando estaba a su lado lo cual era grandioso y al mismo tiempo no.

Sin saber muy bien como ya estaba en la habitación de Nathan o más bien si lo sabia pero paso tan rápido que apenas lo pudo registrar su cerebro pues cuando le pregunto “¿Quieres ver habitación?” el solo asintió a pesar de que ya estaba siendo arrastrado hacia allá, ¿Sería que podía leer sus pensamientos y por lo tanto lo llevo hasta allí? ¿Era eso posible? El no lo sabía, sin embargo ahora estaba ahí parado observando cada detalle de ese lugar pues dentro estaban cada una de las cosas que al otro chico le gustaban, aunque no lo dijera en voz alta George quería saber más, cada vez mas de Nathan, lo que le gustaba, lo que no, las cosas que hacia cuando nadie observaba, aquellos hábitos que tenía que lo hacían tan peculiar y único. Todo, lo quería saber todo acerca de Nathan James Sykes.

Abrió ampliamente los ojos cuando le informo el hecho de que al parecer se quedaría a dormir no solo en la casa de Nathan sino que en su habitación; mejor dicho en su cama ¿Le molestaba eso? No al contrario solo que se imagino que en cualquier momento seria echado, nunca se imagino que le invitaría a dormir con él porque eso era una invitación ¿Cierto? - No, por supuesto que no, yo dormiré en el sofá y tú en la cama, no me sentiría bien si mi presencia te obligara a dormir incomodo - no planeaba robarle el lugar mas cómodo y donde dormía siempre, el no podría estar tranquilo si Nathan tuviera que dormir en el sofá por su causa claro que si fuera por el dormirían los don en la cama. Pensándolo bien se le antojaba demasiado el dormir acurrucado junto a él, sentir su calor toda la noche ¿Y por qué no? Ser cobijado por sus brazos. Pero bien sabia eso no pasaría.

- Por favor - en esos momentos extrañaba su pijama de mono que tanto le gustaba, era cálido y suave nunca le daba frio con el puesto pero no era como si pudiese aparecerlo mágicamente así que tendría que usar el que le ofrecía. Cuando le entrego el pijama se dio cuenta de algo usaría la ropa del mayor…eso era excitante de alguna forma “¿Pero que estas pensando?” se reprendió mentalmente a si mismo ¿Por qué todo lo tendría que retorcer de esa manera? Negó con la cabeza para sí mismo y comenzó a desabotonarse la camisa que llevaba puesta y poder cambiarse.

Cuando se quito la camiseta y comenzó a desabrocharse los jeans se percato de lo que estaba haciendo. Se estaba desnudando frente a Nathan. El era tan desinhibido con la mayoría de las personas que cosas como esa no le importaban pero esto era diferente, no era como con cualquiera de los chicos, para nada sino que se trataba de una persona que le gustaba tanto. No podía hacer eso. Noto como su rostro estaba adquiriendo color gracias a que lo sentía caliente, más bien ardiendo y aunque no sirviese de mucho opto por darse la vuelta - ya era muy tarde como para ir al baño a mudar de ropa - continuando con lo que hacía. Al terminar de desvestirse quedando solo en bóxers comenzó a buscar con su mano sobre la cama el pijama, no iba a voltear ahora, no cuando su cara estaba tan roja.

Si, definitivamente esta noche estaba siendo muy diferente a como había esperado. Primero quiso bailar toda la noche pero fue interceptado por personas que no dejaban de hacerle preguntas sobre su futuro, jamás pensó en encontrarse a Nathan por ahí pero el destino le sonrió enviándoselo ¿Qué mas podía pedir? Nada, absolutamente nada y por supuesto no contaba con que esa misma noche dormiría no solo en su casa sino en su habitación - Pues los dos en la cama - sentencio como si fuera lo más normal del mundo, no deseaba que Nathan durmiera en el sofá mientras el ocupaba su cama aunque tendría que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no hacer nada con el estando tan cerca; a escasos centímetros la tentación de tocarlo sería más fuerte.

Sentía su mirada sobre él lo cual solo aumentaba el calor que se alojaba en su cuerpo logrando que su sonrojo no se fuera incluso estaba seguro de que sus orejas también se habían tornado rojas aparte sus movimientos se hacía más torpes e incluso pensó que si abría la boca comenzaría a decir tontería y media. De todas maneras lo más seguro era que se equivocaba y solo se imaginaba que Nathan lo observaba porque para ser honestos ¿Qué podría verle? No tenía el cuerpo de un modelo sino que el de un chico de diecinueve que solo hacia ejercicio un par de veces a la semana, tampoco era que estuviese flácido pero no creía que su cuerpo fuera digno de admirar.

Ocurrió lo impensable, escucho su voz a un lado de su cuerpo e inmediatamente giro su cabeza para ver cómo le tendía el pijama - Ah…Gracias - vacilo al momento de decir aquello, lo sabía, sabía que se estaba siendo torpe, toda la seguridad con la que contaba momentos atrás se esfumo en el momento en el que se desabotono el primer botón y se percato de lo que hacía. Sin perder mucho tiempo se enfundo el pantalón del pijama casi cayendo al piso un par de veces mientras que el otro chico se había alejado a hacer quien sabe que cosas. Cuando estaba terminando de poner la camiseta observo como Nathan caminaba con un par de mantas en sus brazos hacia el sofá ¿Seguía con la idea de dormir ahí? Obviamente él no lo permitiría.

Algo de lo que en un principio no se dio cuenta era de la falta de ropa que Nathan gozaba y solo se dio cuenta de aquello cuando al acercarse vio el brillo de su piel desnuda lo cual solo lo puso más nervioso de lo que estaba si es que eso era posible. Se detuvo a medio camino ya que el mayor se dio la vuelta diciendo algo que realmente no escucho muy bien por lo aturdido que estaba, agito la cabeza un par de veces para poder reaccionar y volvió su vista a él…realmente era hermoso, todo en el era perfecto para George, no logro encontrar ni un solo defecto e incluso si lo había estaba seguro de que eso lo hacía todavía mejor.

- Gracias… realmente no, bueno solo un par de veces pero casi no hago nada de ejercicio físico, Jaymi dice que si sigo así en un futuro estaré gordo ¿Tú crees? Yo no me imagino eso y realmente no quiero eso - continuo hablando, no sabía cuando parar y seguramente estaba diciendo cosas que a Nathan no le interesaba saber pero no podía detenerse justo como pensó anteriormente que haría si abría la boca. Era vomito verbal - Así que lo más seguro es que le haga caso y vaya con él al gimnasio, no se él siempre se preocupa mucho por todos nosotros y nos dice que hacer, cuando y donde es como si tuviéramos a nuestra madre siempre con nosotros ¿Sabes? - finalmente logro detener su boca y miro al suelo mordiéndose el labio inferior realmente no sabía porque estaba tan nervioso si el otro chico aunque admitió que le gustara no había hecho nada mas por acercarse incluso lo trataba como un hombre trataría a un amigo lo cual era algo triste.

¿Por qué no quería dormir con él? ¿No había dicho que le gustaba? Por lo menos a George le gustaba la idea de dormir con la persona que le interesaba y con dormir se refería a tumbarse los dos en la cama abrazarse, quizá darse un mimo pero nada más, realmente el no poseía una doble intención por lo menos no con Nathan. Quizá él no le gustaba lo suficiente como para que deseara compartir la cama con él y eso le dolió; como si alguien le hubiese dado un golpe en la boca del estómago. Por supuesto no era una sensación nada agradable pero tampoco era como pudiera decirle “Hey te dije que te acostaras conmigo” no podía decir algo como eso, no era quien como para exigir o pedir algo más de lo que le ofrecía. Oh como dolía, como le dolía el no poder embriagarse con su aroma el resto de la noche, sentir sus brazos rodeándole, el suave y duce tacto de su piel pero no podía hacer nada más que tragarse el dolor y sonreír como si nada pasara.

La verborrea que soltó momentos atrás al parecer no susto ni nada por el estilo a Sykes puesto que en lugar de decir algo como que estaba hablando mucho y muy rápido simplemente contesto el comentario. Esa palabra a medio terminar subió su curiosidad al tope ¿Qué había querido decirle? ¿Debía pedirle que lo dijera? No lo más seguro era que no ya que si no quiso dormir con el ¿Qué le hacía pensar que estuvo por decir lo que él pensaba? Nada, nada se lo confirmaba y por eso se quedó callado al respecto – Bueno gracias – fue lo que atino a decir.

El silencio que se produjo momentos después era algo incómodo y George comenzó a pensar miles de maneras para romperlo pero antes de que se le viniese algo decente a la cabeza el hablo – Beatles por supuesto – contesto sin dudar un segundo – siempre le habían gustado los Beatles, eran de sus bandas favoritas - lo cual podría ser algo malo ya que dejaba varios espacios en blanco, lo bueno es que no tuvo que preocuparse mucho por eso ya que Nathan siguió hablando sobre el suponía del mismo tema pero realmente no estaba poniendo atención sino que se distraía por su cuerpo y es que ¿Cómo se le ocurría andar frente a el casi desnudo?

Hizo un movimiento que entendió como una seña para que se acercase y se sentara junto a el lo cual hizo de inmediato. Las desventajas de estar ahí junto a él es que si hacia cualquier movimiento en falso podría caerse y darse un buen golpe pero la ventaja era que esa situación le permitía estar a cero centímetros del chico – No, aun no tengo sueño – contesto un poco tarde pero no tanto como para que fuese algo fuera de lo común y le repitiera lo que había dicho lo cual era bueno. Sentir su calor le hacía querer estar más cerca, tal parecía que su cuerpo deseaba lo mismo ya que inconsciente llevo su brazo alrededor del pecho del chico abrazándose a el – Lo siento es que me iba a caer – era una mentira tan mala que lo más seguro era que sería descubierto infraganti pero fue lo primero que se le ocurrió como excusa.